¿Qué es un MANGINA? Quizás lo eres sin saberlo.

¿Qué es un Mangina? Cuck. Cuckear. Pagafantas. Simp. Cada vez es más frecuente ver en las redes sociales y en las conversaciones el uso del término MANGINA o sus equivalentes. Pero parece no haber un concenso de qué significa ser Mangina. ¿Qué es un mangina y por qué se está popularizando este término? Vamos a explorar su significado.

¿QUÉ ES UN MANGINA?

La concepción más popular en internet del término mangina se le atribuye a un hombre demasculinizado que se subyuga en el papel de servidor y tapete de las mujeres. Aunque es en esencia es bastante acertado, aún no toca su verdadero significado.

Aproximadamente correcto, pero insuficiente. El mangina es mucho más que un “buen chico” con complejo de sirviente: es un espécimen que combina auto-desprecio, ansiedad social y devoción a la agenda ginocentrista en un solo paquete adorablemente inútil.

¿DE DÓNDE NACE EL TÉRMINO MANGINA?

Aunque podemos encontrar referentes históricos anteriores, podría afirmar que el actor estadounidense Jason Beghe fue quien interpreta el primer Mangina autonombrado de la historia.

Para comprobar este reconocimiento debemos remitir a una escena de la picante serie de televisión “Californication”. En cierto episodio su personaje, el autor de novelas Richard Bates, hace acto de presencia durante una cena, completamente borracho, desnudo. Sin embargo en un gesto atrevido logra ocultar su pene entre sus piernas, llamándose mientras cantaba, a sí mismo un MANGINA.

CARACTERÍSTICAS DE UN MANGINA.

Ser un mangina no corresponde a un biotipo específico, ni a una clase social, ni a una capacidad económica. El presidente de la república, un banquero, un luchador de MMA… todos pueden ser manginas. En general, podría afirmarse que todos los hombres hemos sido manginas en algún momento, al vivir en una sociedad que lo promueve desde antes de que seas capaz de pensar por tí mismo.

Un mangina, por lo general, destaca solamente cuando es un hombre que apoya la agenda feminista y que odia a otros hombres a favor del privilegio femenino . Un hombre que está demasiado preocupado por los problemas de las mujeres hasta el punto de complacencia o desprecio por los problemas de su propio sexo.

Sin embargo, un mangina también es un hombre tradicional y conservador autodespreciativo que inconscientemente se deshumaniza a sí mismo y ciegamente cree que las mujeres son superiores a él. Ha sido educado para pensar que la masculinidad es inherentemente errónea, tal vez incluso una falla genética / evolutiva / social, y debe corregirse adoptando su “lado femenino” hasta el punto de perder las cualidades que lo hacen hombre. Él cree que las mujeres son ángeles hermosos e inocentes y los hombres son animales inmundos que necesitan ser controlados.

Puedes ser un ganador del premio Nobel y ser un mangina.

MANGINA es un hombre demasculinizado que se subyuga y provee a las mujeres, no tiene el valor de decirle “NO” a la mujeres. Adoctrinado por las enseñanzas feministas, se siente apenado de su sexualidad y a menudo condena a otros hombres en nombre de las mujeres. Es el mayor producto del ginocentrismo, el hombre dominado por una vagina.

Señales de alerta: Cómo reconocer a un Mangina

TEST DEFINITIVO: ¿Qué tan Mangina eres?

Suma los puntos según tu respuesta a cada pregunta:

• Nunca = 0 puntos

• A veces / depende = 1 punto

• Siempre / completamente = 2 puntos

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Preguntas:

1. Buscas la aprobación de las mujeres. SIEMPRE.

2. No puedes decir NO a cuando una mujer te pide algo, incluso si es inconveniente o nocivo para ti mismo.

3. Raramente te enfrentas a las mujeres; si sabes que tienes razón, prefieres ceder o negociar un empate.

4. Cuando estás en desacuerdo con otra persona, te quejas de cómo te hace sentir en lugar de admitir tu error.

5. La idea de hacer compromisos con las mujeres le da un propósito a tu vida.

6. Prestar un juramento te hace sentir un caballero en armadura. 

7. Sin pensarlo, te pones del lado de la mujer en cualquier debate o juicio, sin importar si ella tiene la razón.

8. Condenas y criticas a los hombres mientras perdonas y alabas a las mujeres que hacen lo mismo que criticabas antes.

9. Pones a las mujeres en pedestales y las ves como ángeles y princesas. 

10. Piensas que es deber de los hombres pagar; si no eres el proveedor, no vales como hombre.

11. Regalas bebidas, entradas, regalos, etc., y aunque nunca recibes nada a cambio, te sientes bien por el simple hecho de hacerlo.

12. Las mujeres te consideran un “buen chico”, pero nunca de manera sexual o romántica.

13. Ridiculizas el comportamiento masculino ordinario con términos como “neandertal” o “machista”.

14. Usas términos peyorativos para hombres que critican a mujeres, sin analizar si la crítica es justa.

15. Te parece asqueroso que los hombres expresen sus deseos sexuales, pero adoras que las mujeres lo hagan.

16. Piensas que nacer mujer es mágico y digno de elogios. 

17. Prefieres ser dominado en tus relaciones y evitas parecer un “machista”.

18. Usualmente eres el desechado en tus relaciones.

19. Crees que las mujeres merecen el mismo salario que los hombres, aunque no hagan el mismo trabajo.

20. Piensas que la responsabilidad sexual siempre recae en el hombre.

21. Afirmas que las mujeres son más inteligentes, capaces, hábiles y maduras que los hombres… siempre.

22. Te interesan más los problemas sociales o de salud de las mujeres que los de tu propio sexo.

23. Piensas que los hombres no pueden defenderse de mujeres agresoras, pero no te importa si las mujeres golpean a los hombres.

24. Te consideras feminista, incluso si eso significa odiarte a ti mismo en silencio.

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Interpretación del puntaje:

• 0–10 puntos: Hombre promedio – Felicidades, tu masculinidad todavía funciona. No eres un mangina… aún.

• 11–20 puntos: Mangina en entrenamiento – Empiezas a ver el mundo desde el pedestal femenino. Cuidado, puede ser adictivo.

• 21–30 puntos: Mangina avanzado – Tu vida gira alrededor de la aprobación femenina. Podrías regalar tu reloj por un “gracias”.

• 31–40 puntos: Mangina total – Eres la versión humana de un tapete. Has internalizado el ginocentrismo como filosofía de vida.

• 41–48 puntos: Mangina supremo – Felicidades, has alcanzado el nivel máximo de autodesprecio masculino. Tu madre estaría orgullosa.

Si te puntuaste alto en este test, respira hondo. Sí, eres mangina, y no, no hay una vacuna que lo solucione fácil el problema. Pero tampoco estas condenado a serlo por siempre.

¿POR QUÉ SE HA POPULARIZADO EL TÉRMINO MANGINA?

Si el término nació de una serie de televisión del pasado, de un episodio breve y oscuro, ¿por qué se ha popularizado el término mangina? ¿Qué le dió vida?

Bien, el responsable ha sido las redes sociales, como imaginarás. Y específicamente Instagram, la red social favorita para los narcisistas que no tienen amor propio y necesitan que las demás personas les alimenten su autoestima.

No queda claro cuándo, pero se convirtió en tendencia de Instagram para los hombres el tomarse fotografías donde se esconde el pene y los testículos entre sus muslos. De esta forma, se logra simular que en su lugar posee una vagina. Y desde luego, el correspondiente hashtag: #Mangina.

El resto es historia. El término se viralizó y por eso estás aquí leyendo esto.

¿POR QUÉ A LAS MUJERES NO LES ATRAEN LOS MANGINAS?

Aquí viene la ironía suprema: todo lo que crees que atrae a las mujeres… en realidad las repele.

 

A grandes rasgos, es un hombre cuyo interés superior se basa en temas femeninos y, por lo general, un buen chico que ha sido criado por su madre para idolatrar a las mujeres y ser su caballero en brillante armadura. Aunque esto puede sonar como buenas cualidades que atraigan a las mujeres, sucede todo lo contrario. Puede que creas que suena romántico, sin embargo, la mujer promedio te percibe como cualquier cosa menos como hombre.

A excepción de las mujeres abusadoras que disfrutan de dominar a hombres débiles y explotarlos, para la mujer promedio el mangina resulta desagradable.

Las mujeres normalmente buscan un complemento masculino opuesto. En cambio, al salir con un mangina es más probable que sienta que estás con otra chica. Es por esto que las mujeres no tienden a elegir al mangina como su pareja. 

Es irónico, que hasta las mismas mujeres feministas liberales (igual de tóxicas, pero las menos radicales) deciden salir con hombres alejados del arquetipo mangina (y muy cercanos al arquetipo machista además). Ya hablaré de eso en otro artículo.

¿CÓMO DEJAR DE SER UN MANGINA?

Ahora que ya tienes el test y probablemente marcaste más casillas de las que querías admitir (tranquilo, hermano, todos hemos pasado por ahí), la gran pregunta es: ¿qué hacer para salir del manginato y recuperar tu dignidad masculina?

Primero lo primero: reconócelo. El autoengaño es la vitamina favorita de los manginas. Se convencen de que ser “el buen chico” es noble, cuando en realidad solo están sirviendo de felpudo.

Segundo: aprende a decir NO. Sí, ya sé que suena más fácil de lo que es. Pero si no eres capaz de negarle algo a una mujer —aunque te perjudique— no estás siendo caballeroso, estás siendo servil. Y el servilismo nunca ha despertado atracción, solo lástima o desprecio.

Tercero: baja del pedestal a las mujeres. No son diosas, ni ángeles, ni princesas de Disney. Son seres humanos con defectos, virtudes, contradicciones y, sorpresa, también con agendas personales. Idealizarlas es la forma más rápida de convertirte en el comodín de alguien más.

Cuarto: construye tu propio valor. Un mangina vive para los demás; un hombre valioso vive para sí mismo y desde ahí comparte con los demás. Mejora tu físico, tu economía, tus habilidades, tu círculo social. Cuando te respetes, dejarás de arrastrarte buscando respeto ajeno.

EL VERDADERO PELIGRO DE SER UN MANGINA

Puede sonar exagerado, pero lo diré sin rodeos: el mangina no solo fracasa en el amor, también fracasa en la vida.

¿Por qué? Porque vive bajo reglas impuestas desde fuera, creyendo que si “agrada” suficiente, si “cede” suficiente, si “demuestra” suficiente, entonces obtendrá lo que quiere. Pero la vida no funciona así. Ni las mujeres respetan a un mangina, ni los hombres lo consideran confiable. Es el peor de los mundos: no consigue admiración ni de un lado ni del otro.

CONCLUSIÓN: NO SEAS EL PAYASO DE NADIE

El término Mangina nació como una broma visual en una serie y terminó convertido en símbolo de un fenómeno social real. Y es que un mangina no es solo el tipo que se mete el pene entre las piernas para una foto de Instagram, sino aquel que metafóricamente lo hace todos los días en su vida real: escondiendo su masculinidad para agradar a otros.

La solución no es volverse un cavernícola, ni odiar a las mujeres, ni mucho menos caer en el resentimiento. La solución es simple: deja de ser un felpudo. Recupera tu dignidad, tu autonomía y tu masculinidad sin pedir disculpas por existir.

Porque recuerda: si no lideras tu vida, alguien más la liderará por ti. Y lo más probable es que acabes siendo el bufón favorito de una corte que ni siquiera te respeta.